¿Nervios antes de un examen? Resuélvelo en seis pasos
Antes de dar un examen muchos estudiantes suelen ponerse nerviosos porque sienten miedo de olvidarse lo que repasaron, temor a que el tiempo no sea suficiente para responder todas las preguntas o a que las respuestas no sean correctas.
Los nervios se han convertido en los enemigos invisibles de los jóvenes quienes pueden llegar a bloquearse en una evaluación oral o escrita. Esto puede provocar que los resultados no sean los mejores a pesar de haberse preparado correctamente.
¿Cómo podemos controlar esta situación? Para evitar que el nerviosismo se apodere de una persona minutos previos a un examen, podemos aplicar las siguientes técnicas, muy sencillas, pero efectivas:
- Estudia con anticipación: el primer paso es repasar con anterioridad el curso del cual tenemos evaluación. De esta manera, llegaremos súper preparados y no sentiremos nervios al darnos cuenta que seremos capaces de responder cualquier pregunta que se nos plantee.
- Evita desvelarte el día anterior: intenta descansar muy bien previo al examen, si es posible, las ocho horas recomendadas. Dormir adecuadamente te ayudará a despejar la mente y a prevenir que llegues agotado y con la necesidad de recargar tus baterías para dar el 100%.
- No repases antes del examen: hacerlo podría generar dudas sobre lo que has estudiado y aumentaría tus nervios. Por ello, es súper importante mantener intacta la confianza en ti mismo y en los conocimientos que has aprendido producto de las largas horas de estudio.
- No hables con tus compañeros sobre la evaluación: evita cualquier tipo de comentario relacionado a la prueba porque puede generarte dudas sobre si estudiaste lo suficiente un determinado tema. Esto puede aumentar tu inseguridad y nervios.
- Siempre piensa en positivo: recuerda que la mente es muy poderosa y si no tienes claro que te irá muy bien en tu evaluación, es muy probable que los nervios te jueguen una mala pasada. Confía en lo que sabes y así estarás tranquilo y enfocado en lo que debes responder.
Establece estrategias de relajación: puedes utilizar algunas técnicas de respiración que te ayudarán a relajarte en momentos previos al examen. Solo es cuestión de buscar la más adecuada para ti y practicarla días antes para que logre ser efectiva.