¿Cómo puedo identificar mi verdadera vocación?
Docente de la Escuela de Psicología USAT
La vocación es entendida como aquella inclinación que la persona percibe para dedicarse a un estilo o modo de vida, el mismo que puede estar relacionado no solo a la profesión, sino también a lo espiritual. Sin embargo, para poder identificarla debe nacer de la curiosidad, inquietud, habilidad, destreza, que la persona manifiesta o pone en práctica en su día a día, la vocación no es impuesta. El aplicar test psicológicos y la consejería pertinente, ayuda en la orientación de la persona y acompaña o refuerza la elección de lo que realmente “es el querer ser…”, pero encontrar “ese querer”, involucra tomarse un tiempo para conversar consigo mismo y en el transcurso responder a la siguiente pregunta: ¿qué habilidades o destrezas tengo?, si aún no hay respuesta: ¿qué me gusta realizar en mi tiempo libre? y si aún no hay respuesta, entonces es momento de realizar algunos pasos que ayudarán en el camino para la identificación de la vocación:
Primer paso: No desesperarse si no se identifica la actividad que se desarrollará a lo largo de la vida. Segundo paso: Realizar una lista de fortalezas y debilidades. Tercer paso: Convertir las debilidades en oportunidades de mejora. Cuarto paso: Identificar a aquellas personas que se admira (comunicarse ellas en caso fuera posible) e investigar semejanzas con las fortalezas enumeradas anteriormente; indagar sus pasatiempos, experiencias, tareas que realiza entre otros. Quinto y último paso: Visitar grupos que “hablen el mismo idioma”, es decir, visitar o formar parte de grupos donde se pueda compartir el mismo interés, compartir las oportunidades, miedos, dudas y buscar orientación en el mismo.
Si aún no se logra identificar la vocación, recurrir al primer paso, y recordar que es natural y forma parte de la vida preguntarse ¿quién soy yo? ¿cuál es mi misión? ¿qué debo hacer?, si existen estas interrogantes, significa que se está por el buen camino, aunque parezca incongruente, significa que solo faltaría un ingrediente para descubrir la vocación: confianza en sí mismo, ya que SÍ EXISTE solo falta descubrirlo, por tanto, enfocarse, prestar atención y tomar acción.